¿Alguna vez se han preguntado de dónde surgio esta pasión por las fotografías a manera de recuerdo de nuestros viajes. El orígen es incierto, lo que sí es verdad es que: desde su descubrimiento, ha tomado mucha fuerza entre la gente a nivel global y la tecnología ha permitido esta posibilidad a un bajo costo, lo cual ha popularizado aún más su uso. Te invitamos a conocer un poco de la historia de las camaras fotograáficas hasta nuestros dias:

Las cámaras fotográficas como las conocemos hoy en día distan mucho de los primeros modelos. ¿Te imaginas lo que sería tu equipaje si tuvieras que llevar una cámara de fuelles, polvo de magnesio para la iluminación y placas de vidrio para los negativos?

Fotógrafos como Francis Bedford, Samuel Bourne y Francis Frith, recorrieron distancias increíbles cargando el pesado equipo de fotografía, para retratar, por medio de una foto, paisajes y  personajes inéditos, como por ejemplo en 1860, Francis Frith trabajó en Egipto, brindando al mundo entero las primeras fotografías de las pirámides.

Kodak y las camaras de rollo: En 1888 Eastman registró la marca Kodak y recibió una patente para su cámara que usaba el rollo de película. La cámara ya venía cargada y lista para sacar fotos. Al terminar el rollo, la cámara era llevada a la casa que extraía las fotos y éstas eran reveladas. El slogan era “Usted aprieta el botón, nosotros hacemos el resto”.
Lo más importante es que a partir de ese momento ya no se requerían grandes conocimientos en fotografía ni en la utilización de productos químicos para sacar una foto. En 1889, se cambia el carrete de papel por uno de celuloide y más tarde se elimina la incomodidad de tener que devolver la cámara entera, al comenzar la comercialización de un carrete protegido que permite su colocación y extracción a la luz del día.

Registrando las fotos en nuestros viajes: Hoy en día, la cámara de fotos se ha convertido en un objeto cotidiano, pero hace cuarenta años atrás, usábamos la cámara sólo para momentos especiales, como festejos personales y viajes. En los años ’70 y ’80 se desarrolló un fenómeno conocido como «Boom turístico», el cual consistió un aumento progresivo en términos de recaudación y cantidad de turistas. Durante estos años, la cámara fotográfica tuvo un gran protagonismo. En ese tiempo es cuando se difunde la famosa caricatura del «turista», una persona que viste ropa deportiva, con muchos objetos encima, mochila grande y la infaltable cámara colgada al cuelllo.

Después de muchos avances tecnológicos, a los viajeros les resultaba más sencillo fotografiar los lugares que visitában: con una cámara compacta, a rollo y de manejo automático, simplemente tenían que posar y esperar que el flash se disparase. ¿Y quién podía resistirse a la divertida Polaroid? En cuestión de segundos se tenía revelada la foto que minutos antes se había tomado. El paso del tiempo no ha modificado la satisfacción de sacarnos una foto y de conservarla como un recuerdo. La costumbre de mostrar fotos a nuestros familiares y amigos tampoco ha cesado. Ya sea desde una computadora o desde los tradicionales álbumes familiares, compartimos con los demás las imágenes que más nos emocionan, los recuerdos más queridos.

Fuente: Viajeros